
Efesios 5:25-27
25 pastores, amad a vuestras congregaciones, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Jesús vino aquí a establecer el reino de Dios, Juan llegó anunciando el reino de Dios, 192 veces en los cuatro evangelios se menciona la expresión REINO DE DIOS, Jesucristo vino para establecer el reino de Dios en esta tierra. Cada vez que mencionaba el reino de Dios, y si el preguntase a sus discípulos —¿están entendiendo?— pudiésemos pensar que sus discípulos contestarían —oh si perfectamente, correctamente— pero en realidad no entendían nada, porque cuando Jesucristo hablaba del REINO DE DIOS, estaba hablando de un reino espiritual pero los discípulos carnales, humanos cada vez que Jesús hablaba del reino de Dios, ellos imaginaban un reino físico, un reino material, un reino terrenal, porque para los discípulos el reino de Dios, era Israel restaurado en esta tierra y ellos esperaban al mesías que restauraría el reino de Israel.
Jesús vino a establecer su reino,
pero no el reino de Israel en esta tierra, Jesús vino para libertar, pero no para liberar a Israel del poder romano, sino para liberar al ser humano del poder del pecado, el reino de Dios en la mente de Jesucristo era un reino espiritual, el reino de Dios en la mente de los discípulos era un reino material; ejemplos: cuando Jesús se encontró con Nicodemo le habló del nuevo nacimiento ¿de qué nacimiento estaba hablando Jesús? de un nacimiento espiritual ¿y en que nacimiento estaba pensando Nicodemo? en el vientre, ¿Cómo puede un hombre entrar en el vientre de la mamá para nacer de nuevo? Jesús hablando de un tipo nacimiento, Nicodemo entendía el nacimiento natural, pero el nacimiento de Jesús era otro, Jesús hablaba en una dimensión y los discípulos se entendían en otra dimensión.
Cuando se encontró con la samaritana, Jesús le habló del agua, ¿de qué agua estaba hablando Jesús? el agua de la vida ¿y en qué agua pensaba la samaritana? el agua del pozo. En el evangelio según Marcos capítulo 8 Jesús les dice a sus discípulos —“Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes.”— ¿de qué estaba hablando Jesús? de la doctrina y los discípulos comenzaron a mascullar entre ellos y decían: —nos está diciendo eso porque no hemos traído pan— Jesús no estaba hablando de pan, pero los discípulos sólo pensaban en las cosas de la carne, en las cosas de la tierra, Jesús hablaba de las cosas del espíritu y ellos pensaban solo en las cosas de la tierra. Cuando Jesucristo murió y resucitó y los dos discípulos estaban yendo camino de Emaús tristes y Jesús apareció y les dijo: —¿Por qué están tristes?— y uno de ellos dice, —tú eres el único que no ha escuchado que Jesús ha muerto y nosotros pensamos que él iba a restablecer el reino de Israel.— Estimado lector, Jesús estaba ahí estableciendo su reino, y los discípulos tristes porque el reino de Dios no se establecía, porque cuando Jesús hablaba, hablaba en la dimensión del espíritu, pero cuando los hombres le oían, le entendían en la dimensión de la naturaleza humana.
Ahora, tú puedes decir así: pero qué ignorantes eran esos discípulos, y entonces viene mi pregunta. —¿y tú entendiste? ¿entiendes lo que es el reino de Dios? — ahí está el problema, no entendemos lo que es el reino de Dios.
Efesios capítulo 5 versículo 25 dice: que Jesucristo amo tanto a su iglesia que se entregó por ella. y en los versículos 26 y 27 dice: para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Y ahí, está el sueño maravilloso de Dios. Ahora permíteme representarlo en el siguiente cuadro:
EL REINO DE DIOS
(es una iglesia…) |
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Gloriosa | |
Santa | |
Sin mancha | |
Sin arruga | |
Novia vestida, preparada | |
Justa | |
Salvada | |
Que refleje el carácter de Jesucristo |
Cuando cristo venga,
(he ahí la misión de cada pastor) no te va a preguntar cuántas almas bautizaste, no te va a preguntar cuántas campañas de evangelismo realizaste, no te va a preguntar cuántos templos construiste, ni siquiera te va a preguntar cuántas nuevas iglesias abriste. La pregunta que te va a hacer es: —¿dónde está la iglesia gloriosa que te pedí que prepares para encontrarse conmigo, dónde está esa iglesia santa, y sin mancha justa, maravillosa, bonita, vestida como una novia reflejando mi carácter, dónde está esa iglesia. Porque yo te coloque como ministro en la tierra para que prepares este pueblo para encontrarse conmigo, ¿dónde está ese pueblo? —
Ese día no le podremos contestar —ah, Señor yo estaba construyendo el templo, haciendo programas de radio, haciendo caravanas de evangelismo, yo tenía que alcanzar mis metas y sueños ministeriales. — Discúlpeme por lo que le voy a decir: Jesús viene para encontrarse con su iglesia gloriosa, santa, pura y sin mancha, que Él mismo compró con su preciosa sangre. ¿Dónde está esa iglesia?
Mientras esta iglesia de Dios, mientras el reino de Dios todavía está en la tierra, mientras la iglesia de Dios no vaya al cielo, mientras sobrevivamos en este mundo de pecado. Esta iglesia gloriosa necesita: (ver lado derecho del cuadro)
EL REINO DE DIOS
(es una iglesia…) |
POSICIÓN DE LA IGLESIA EN LA TIERRA (necesita…) |
Gloriosa | Templos |
Santa | Sillas o bancas |
Sin mancha | Instrumentos musicales |
Sin arruga | Dinero |
Novia vestida, preparada | Registros |
Justa | Controles |
Salvada | Televisión, radio, redes sociales |
Que refleje el carácter de Jesucristo | Escuelas |
El reino espiritual,
maravilloso, la iglesia santa, gloriosa y sin mancha de Jesucristo; mientras esté en esta tierra necesita estas cosas. En el cielo ya no vamos a necesitar estas cosas, pero estamos peregrinando en la tierra, entonces mientras peregrinamos en la tierra necesitamos estas cosas. Pero coloca una cosa en tu mente, esto no es el reino de Dios, no lo es. Esta es la ropa que el reino de Dios viste mientras está en esta tierra. El reino de Dios es esto (ver lado izquierdo del cuadro). Debemos tener bien claro que cuando Jesucristo vuelva por segunda vez nada, nada, nada, se va a salvar de aquí (ver lado derecho del cuadro) nada de aquí va a ir al cielo, todo se va a quemar en esta tierra, lo único que va para el cielo son las vidas, son los cristianos gloriosos, santos, sin mancha, perfectos, reflejando el carácter de Jesucristo.
Vamos a pensar en esto por separado (ambos lados del cuadro) de aquí en adelante, vamos a pensar como una grande empresa (lado derecho del cuadro) bienes raíces, dinero, bienes muebles, registros de entradas y salidas, escuelas, colegios, hospitales, editoras, radio, televisión; esta es una grande empresa.
Si nosotros llamamos a los más grandes ejecutivos de las más grandes empresas del mundo la Microsoft, la Honda; la Shell entre otras más. Ejecutivos que han dado muestras de que, pues se pueden hacer crecer una empresa enormemente, llamamos a un presidente de esos y les decimos así: —mira por favor auméntame el número de templos, auméntame el número de ingresos de dinero, multiplique el número de subsidiarias o franquicias en todo el mundo en todos los países, auméntame el número de escuelas colegios, universidades, editora, radio, televisión auméntame, hazme crecer esto. Ese presidente de una gran empresa ateo, agnóstico, no conoce a Dios, no tiene nada de cristiano; pero es un señor monstruo del mundo de las finanzas, de la administración; ¿podría hacer crecer esto sí o no? (ver lado derecho del cuadro) ¡por supuesto que sí!, pero ¿el reino de Dios estaría creciendo? ¡Seguro que no!
Pero, si yo llamo ese mismo hombre y le digo prepárame la iglesia gloriosa de Jesucristo que refleja el carácter de Jesús, la iglesia santa, perfecta, sin mancha; ¿ese hombre va a hacer crecer esto? (ver lado izquierdo del cuadro) ¡por supuesto que no!
Es muy posible que crezca LA POSICIÓN DE LA IGLESIA EN LA TIERRA (ver lado derecho del cuadro), sin crezca EL REINO DE DIOS (ver lado izquierdo del cuadro). Pero, es imposible que crezca EL REINO DE DIOS, sin que crezca LA POSICIÓN DE LA IGLESIA EN LA TIERRA.
Entonces, nosotros como ministros del Señor, ¿a dónde debemos concentrar nuestro esfuerzo? ¡aquí! (ver lado izquierdo del cuadro) nuestro esfuerzo debe afirmarse en hacer crecer EL REINO DE DIOS.
Voy a pisar un terreno un tanto espinoso, y para ello se lo presentaré en el siguiente escenario. “Llega el día de presentar informes al congreso nacional de ministros, o a la iglesia en general, y el orador dice asi: —Hace cinco años éramos 1000 iglesias ahora somos 1200, hace cinco años éramos 50mil creyentes ahora somos 80mil, hace cinco años teníamos solo 20 emisoras de radio, ahora tenemos 50. — Y pare usted de contar. Y muchos en el auditorio o por decir todos, gritando —¡amén! ¡amén! — Y finaliza el orador diciendo: —Pastores y hermanos, el reino de Dios está creciendo, estamos cumpliendo la misión”. — pregunto ¿es eso cumplir la misión? ¿cuánto tiempo se empleó para decir?: —el carácter de Jesucristo está siendo más reflejado en la iglesia, la iglesia está reflejando la gloria de Jesucristo.— ha pastor, pero eso se sobreentiende, eso es obvio, lo que importa es esto (ver lado derecho del cuadro) porque esto (ver lado izquierdo del cuadro) es obvio.
¿Sabes cuál es la tragedia de lo obvio?, es lo que nadie habla, porque se supone que todo el mundo sabe, y como se supone que todo el mundo sabe, pues nadie habla, pero como nadie habla, nadie sabe, y nadie sabe, porque nadie habla, y nadie habla, porque se supone que todo el mundo sabe. Esa es la tragedia de lo obvio. Es obvio que ahora mismo tienes ropa interior puesta, repito es obvio, la verdad es que nadie sabe.
Ahora, muchos pudiesen pensar, —para que trabajar con eso (ver lado izquierdo del cuadro) para qué hablar, para que enseñar, para que concentrar mis fuerzas aquí (ver lado izquierdo del cuadro) si esto es obvio. Y al final de cuentas cuando termine mi liderazgo, nadie me va a evaluar por esto (ver lado izquierdo del cuadro), voy a ser evaluado por esto (ver lado derecho del cuadro) es aquí donde tengo que concentrarme, es aquí donde tengo que luchar para seguir subiendo de posición. Entonces, quiera o no quiera, mi trabajo está concentrado aquí (ver lado derecho del cuadro)—, la pregunta es: ¿y el reino de Dios? (ver lado izquierdo del cuadro).
Permítame enriquecer esto con una historia de la cual supe a través de un libro.
“En 1987 la iglesia realizó por primera vez una campaña de evangelismo multitudinario, por primera vez esta iglesia llenó un estadio 30.000 personas; por ocasión de ese evento, un hombre muy adinerado y también simpatizante de la iglesia quién era el director de una las empresas más grandes del país. Él tenía publicidad en vallas, televisoras, radios, periódicos, un posicionamiento publicitario de altísimo impacto, era evidente que invertía cientos de miles de dólares en publicidad.
Este hombre adinerado, le dijo al pastor de la iglesia, yo voy a retirar todos mis comerciales y publicidad por 10 días, y en esos 10 días prepárese un excelente spot publicitario, para que bombardee con publicidad este país.
Este pastor junto a su equipo de líderes, fue y se reunió con un equipo profesional de publicitarios que iban a preparar los spots para la televisión, la radio, y la prensa; estaban ahí reunidos y ellos hablando del poder de la propaganda uno de ellos dice: —cocacola no sería lo que hoy es si no fuese por nosotros, ese zapato que tú usas nosotros te dijimos que compres, ese perfume que usas nosotros te dijimos que compres. El mundo hace lo que nosotros queremos, el mundo come lo que nosotros queremos, el mundo viste lo que nosotros queremos, el mundo compra el carro que nosotros queremos, el mundo bebe la soda que nosotros queremos, nosotros somos el dios de este tiempo,— él hablaba con una soberbia, con un orgullo inigualable.
El Pastor replica diciendo: —escuché una cosa, si nosotros como iglesia le pedimos que ustedes nos preparen un programa publicitario de nuestra iglesia, ¿crees que mucha gente vendría para nuestra iglesia?— y él dijo: —ustedes van a tener dos problemas; el primer problema es donde van a conseguir dinero para pagarnos, porque nosotros cobramos mucho, y el segundo problema es, que ustedes necesitarían de lo menos 10 años para construir salones, iglesias, templos, estadios; porque si en este momento les hacemos la publicidad, ¿a donde ustedes van a colocar toda la gente que nosotros vamos a enviar?— El pastor y el equipo se quedaron atónitos pensando, —Dios mío, entonces para que Espíritu Santo, para que estamos rebanándonos los sesos, si con sólo contratar una empresa publicitaria, podemos traer la gente que queramos.”
¡Ah! ya sé que estás conmigo en la historia, repito, una empresa publicitaria puede hacer crecer esto (ver lado derecho del cuadro) pero Jesús no nos mandó hacer crecer esto (ver lado derecho del cuadro). Jesús nos mandó a hacer crecer esto el REINO DE DIOS, (ver lado izquierdo del cuadro), ahora viene la pregunta de las mil monedas de oro.
¿Y cómo se hace crecer esto? (ver lado izquierdo del cuadro), la propia palabra de Dios tiene la respuesta. Efesios 6:10-13
10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
¿Cuándo es, “habiendo acabado todo”? ¡cuando Cristo vuelva!, por lo tanto, debemos tomar la armadura de Dios, para que cuando Jesús vuelva, estemos firmes, formando parte de la iglesia gloriosa, santa, sin mancha, perfecta, que refleje el carácter de Jesucristo. CUANDO HAYA ACABADO TODO, todos nosotros deberíamos formar parte de esa iglesia.